primero tus manos en la puerta, titubeando
sé tu presencia desde el aliento mismo
como si respiraras mi aire sin impedimentos,
te espero sabiendo todo, te reciben mis manos
abiertas a este sol primaveral que no saluda,
no se habla cuando el mundo tiembla estrepitosamente
y los pájaros se posan en tu espalda.
te veo andar y estoy andando,
una luz te ataca la cara y me enceguece
quiero que me pegues, despertarme, saber el silencio eterno
de encarnarte, el calor te ataca y yo te busco
no es tu cuerpo, no viniste
ni dejaste tu abrigo en mi mesa, ni te desnudás
ni sabés la debilidad de mi sonrisa.
segundo el intento vano de tocarte
el ansia de llenarte de mí hasta deshacerme
y colmarte de mi vida sin cuentagotas
de a chorros convencidos y relucientes,
dejame ser tu cuerpo y olvidar el propio, es siempre
más fácil estar muerto.
suena tu voz en un compás regulado
estoy contando el tiempo con las manos, y no te fuiste
por fin el amor tiene forma de dedos
que me rozan sin siquiera saberlo
mientras un sueño de placeres me enceguece toda
y caigo en miles de vigilias inexistentes,
por fin tu vida volvió a servirme: ahora bebo de vos
como de vos, soy vos yo toda,
estoy entrando a mí sin tocar la puerta
se me debilita el pulso con el sol que cae.