Abrí la puerta y no eras vos
y no me besó tu boca,
abrí la puerta y cerré,
cerré muy fuerte
los ojos,
porque no eras,
y sentí en la piel
que no,
que no para siempre,
que no para nunca,
siguió andando el mundo
pero ya no eras vos
el que tocaba mi puerta,
ni el que besaba mi boca,
no eras vos y eso ya bastaba
para no bastarme.
Ya no funcionaba voltear la llave
como en un sueño
o en un engaño,
ya no porque aunque la volteara,
y aunque estuviera mojada,
no estarías vos ahí,
del otro lado,
más allá del límite
que traza el tiempo.
"cada uno en su lengua puede exponer recuerdos, inventar cuentos, emitir opiniones; a veces incluso adquiere un estilo hermoso, que le proporciona los medios adecuados y le convierte en un escritor valorado. pero cuando se trata de urgar por debajo de los cuentos, de hacer mella en las opiniones y de alcanzar las regiones sin memorias, cuando hay que destruir el yo, no basta con ser un "gran escritor", y los medios deben resultar siempre inadecuados, el estilo devenir en no estilo, la lengua libera una extranjera desconocida, para que uno alcance los límites del lenguaje y devenga otra cosa que escritor" Gilles Deleuze
1 comentario:
este poema me sugiere que hay cosas que no tienen vuelta atrás, y debería ser triste o debería ser por lo menos semi tragico, o extraño aunque sea... pero de la forma que esta todo dispuesto pareciera algo todavía más abrasador...
muchas gracias por pasarte, para mí ya es una tradición venir por acá...
que estés bien
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