Si te mataron, que no vuelvas.
¿A dónde se trazan las líneas de tu cara,
en qué vieja imagen se refleja tu imagen?
Estás borroso, desgarbado,
te cuelgan los brazos en un gesto tosco.
Qué succión la del tiempo,
mañana será tarde para que arrastres tu sangre
a mis pies descalzos,
te besaré la frente y desearé tu desaparición
rotunda, drástica, como una lección al final de día.
No llores, mañana serás un niño solo.
Y estaré mirando el cielo, satisfecha,
sintiendo el aire intoxicado
de un cigarrillo.
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