Les hice brashing a mis pretensiones
una a una las senté en silla rodante
las sostuvo una vieja de uñas esculpidas
les armó unos rodetes de muñequita de baile
todas juntitas se miraron, socarronas
tuve miedo
pensé que me miraban
pero no
puro dramatismo de creerme pizarnik
solitas se acomodaron a un aire caliente
que salía automático desde una máquina con boca de murciélago
después un placer con ruido a pava hirviendo
las envolvió de embriaguez drogada
efecto de lsd prolongado sin límite de cupo
en su noción tan minúscula del tiempo
les puse un brillo de labios parecido ese de las fiestas
y un flequillo de minita que sale de once con zapatos menos uno de su número, calculemos
cómodas y bellas, todas iguales
se encantaron al verme esperar con revista de entrevistas
a modelos muy moldeadas que admiraba sin decirlo
zorras
lo sabían
siempre querrás las curvas para tu cuerpo
pero no te enrosques
en el trágico trajín de los días
sabrás dónde guarecerte
saltaron una a una de la silla
de ruedas que en piso lustrado nunca rechinaban
y pegadas a mis poros se metieron camufladas
entre todos y cada uno
de mis glóbulos blancos
para que todo esto no suene a monólogo fuera de contexto
(como todo monólogo existente)
entre el staff de médicos privatizados:
yo tengo pretensiones maquilladas
como otros tienen anemia
diabetes
una leve diferencia de proporciones
con respecto a los
componentes promedio de sangre humana
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