estás atrás de dos rejitas
y tenés una capucha negra, sos el corsario
que me acecha
no te preocupes que gozo de esperarte
mordidos mis costados de cachete
y rogando que veas mis ojos y me perdones
Como siempre
como creí que iba a a pasarme
con todos los corsarios
pero fuiste el único: todas las virtudes en
tu porte salvaje
dispuestas a hacerme estropajo con vestido
blanco
el resto fueron tragos calientes a cambio de
roces
con florcitas berretas
y un par de llamados al éter que hasta el
aire se olvida
Tarde
si no fuera porque acá
todo el tiempo es un caracolito minúsculo
que preservo en mis manitas blancas
No se escapa
pero viste, eras preso y te escapaste
siempre
hay que estar atentos
comprendo que para una vida así
la vida nueva a construir es un pelotero
un montón de colores rebotones que te extirpan de la mente la coordinación y el camino
esto te hará respirar, tomalo:
no hay corsario
no hay negros
no hay orillas donde buscar caracoles
este es un desierto
y no hay nada
ni detrás
ya es decirlo todo
o al menos me parece
como ponernos a hablar de amor
cuando este champagne
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