el calor revoltoso del aire
y el tiempo porque pasa
a un ritmo de caballo agonizante, entonces escondo el arma
me aferro a los barrotes de la cama
estiro las piernas en forma de V
y espero paciente el desastre.
sospecho que estaré
resignada a tu adhesión
el resto de mis días
o hasta que alguien
venga a frotarme paternal y diga
qué hiciste acá
durante tanto tiempo. ahora
no podés volver.
seamos honestos
no pasa
y permanezco en la misma posición
y mi cara aprende a imitarse a sí misma
y el tiempo es un agujero donde chapoteo y salpico los ojos
de mi enemigos.
con eso me basta para sentirme luchadora y olvido
que en el fondo del agua
hay un cuerpo pegado al mío
que aunque no salga en las fotos
me tira constante
livianamente
siempre
hacia abajo.
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