Te dejo atrás del espejo,
donde está mi nariz y mi herrumbre.
Te invito a pasar a mi casa nueva,
en que sos un estante más
en el que no hay libros.
Ojalá te olvides de mis ojos
si es que no querés verlos para siempre,
y te quedes donde te digo,
porque donde estás
ya no me sirve pensarte.
"cada uno en su lengua puede exponer recuerdos, inventar cuentos, emitir opiniones; a veces incluso adquiere un estilo hermoso, que le proporciona los medios adecuados y le convierte en un escritor valorado. pero cuando se trata de urgar por debajo de los cuentos, de hacer mella en las opiniones y de alcanzar las regiones sin memorias, cuando hay que destruir el yo, no basta con ser un "gran escritor", y los medios deben resultar siempre inadecuados, el estilo devenir en no estilo, la lengua libera una extranjera desconocida, para que uno alcance los límites del lenguaje y devenga otra cosa que escritor" Gilles Deleuze
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