Ese momento sublime
en que nadie contesta,
y el mundo gira fuera de uno,
y uno lo está orbitando,
idiota,
buscando una cara conocida,
alguien
que lo salude
cordialmente.
Pero todo sigue
y hay televisores
y avisos
y partidos de fútbol
y mujeres imposibles
todo pasa vuelta tras vuelta
mientras uno permanece
siempre merodeando
como una rata que busca la carne
engañándose
de vez en cuando
pero siempre ahí
en un cuerpo extraño
sobre un espacio extraño
hacia una nada extraña
y solo.
"cada uno en su lengua puede exponer recuerdos, inventar cuentos, emitir opiniones; a veces incluso adquiere un estilo hermoso, que le proporciona los medios adecuados y le convierte en un escritor valorado. pero cuando se trata de urgar por debajo de los cuentos, de hacer mella en las opiniones y de alcanzar las regiones sin memorias, cuando hay que destruir el yo, no basta con ser un "gran escritor", y los medios deben resultar siempre inadecuados, el estilo devenir en no estilo, la lengua libera una extranjera desconocida, para que uno alcance los límites del lenguaje y devenga otra cosa que escritor" Gilles Deleuze
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