27.2.08

Caminar sola.


Caminar sola a veces me hace pensar. Sí, puede que en mi propia soledad. Pienso en la diferencia física entre estar sola y no estarlo. Y veo que aunque la gente vaya y venga, y miren, y sean de alguna forma parte del momento, sigo tan sola como siempre. Tal vez más. Recuerdos, rostros, miradas, charlas. Todo viene a mi mente y te transformás en un huracán que arrasa con las pocas cosas buenas que tenía en mi vida. Es como si las sonrisas que dibujo son en vano, si no soy feliz. Después creo que no te merezco, que no me merecés. Pero no soporto la idea de que estoy caminando sola, y mis manos y mi mente están vaciás, y lo único que sé hacer es reproducir tus ojos e intentar hacerlos presentes. Pero soy por momentos demasiado realista como para dejar de lamentar tu ausencia. Porque miro con mis ojos de hoy todo lo que soy, intento mirarte a vos, intento pensar que al final no cambiaste y lo que fuimos nadie nos lo robará. Y el saber que me amaste y pensaste en mí creyendo que seríamos lo que siempre soñaste, tampoco.

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