4.4.09

Traumas.

Imaginame con la cara llena de tierra, era una cosa de no creer, y eso que la gente ni se daba cuenta, yo estaba ahí y de repente nadie me miraba, las cosas cambian un poco con el tiempo, te caés y por ahí te quebrás y nadie se da cuenta, todos hacen la vista gorda, las autoridades te ignoran y es como si te maltrataran. Se supone que yo pago con lo que podría alimentar a mis hijos un poco más para que veinte ñoquis puedan tomar más café, a vos te parece, un día te tropezás y por ahí te morís de un paro o de una hemorragia interna y la gente se escandaliza un rato y pasa en eso suficiente tiempo como para que cualquier posibilidad de salvarte desaparezca. Así que yo estaba ahí, tratando de comprobar si no me había quedado ciego o no se me había salido de lugar la rodilla mientras la gente daba vueltas tratando de encontrar algo sorprendente o sobrenatural, y yo no es que me había tirado a voluntad sino que por ahí uno de ellos me había empujado, no me extraña, empujarme para que haya algo de lo que extrañarse, un pequeño cambio en su vida de mierda. Y cuidado, porque nadie elije ser la víctima, un día te toca a vos, a ella, a él, y bueno, ese día a mí pero yo soy uno más, ni siquiera les importó que yo fuera abogado o doctor o psicólogo, andá a saber, si no tuviera la sensación de estar hundiéndome en el asfalto hoy podría estar salvando su mugrosa y negra vida.

No hay comentarios: