"cada uno en su lengua puede exponer recuerdos, inventar cuentos, emitir opiniones; a veces incluso adquiere un estilo hermoso, que le proporciona los medios adecuados y le convierte en un escritor valorado. pero cuando se trata de urgar por debajo de los cuentos, de hacer mella en las opiniones y de alcanzar las regiones sin memorias, cuando hay que destruir el yo, no basta con ser un "gran escritor", y los medios deben resultar siempre inadecuados, el estilo devenir en no estilo, la lengua libera una extranjera desconocida, para que uno alcance los límites del lenguaje y devenga otra cosa que escritor" Gilles Deleuze
29.4.08
Dormías.
Me bastó verte dormir entre las sábanas blancas, con tu cara dibujada entre las arrugas de la tela. Sentía que me estabas mirando, y dormías tan profundo, esa respiración tan pura. Si hubieras sabido cuánto tiempo había apoyado mi mejilla en la almohada, rozando apenas tu boca y aprovechándome inocentemente de tu vulnerabilidad. Y no puedo decir que me aprovechaba si es que aprovecharse no es sentirte mi propiedad entera, es hacerte y deshacerte apenas resoplando un poco sobre tus pestañas, es posar mi dedo índice sobre tu labio reseco, tu boca que me llamaba tan necesitada de la mía. Pero no, el silencio era tan crudo, y para qué recordar el silencio si ahora te movías apenas con un gemido de incomodidad, y pensaba en lo que estarías soñando. Y cómo iba a saberlo si sólo era tu presencia esa certeza, tus ojos ausentes. Tan ausentes que me dolían, me dolía que no supieras que ahora te acariciaba como a un bebé y a su piel de porcelana. No sabías que en tus sueños también estaba yo, respirándote y sonriendo sin importarme el tiempo.
El cementerio.

Y hoy ya es tarde porque te dejé, enceguecido porque esa vez me tocó el hombro y me susurró palabras horribles, tan horribles. No vuelvas, no. No lo intentes. Decía y corrí olvidándote por un instante, porque nunca te olvido, pero es que ese momento fue pensarte tan muerta, y no estabas muerta.
Debí salvarte, pero qué iba a hacer, si de cualquier manera íbamos a terminar uno acá y el otro allá, extrañándonos, porque todos quieren que nos extrañemos hasta el último aliento, a pesar de que te supe viva, tan viva que pude haberte tocado y sacado de ese calabozo de olores nauseabundos, la pocilga de la muerte que engaña. Pero ya no, ahora ya no compro flores, ya no te veo tan linda porque fue ella la que te engañó. No vuelvas, no. No lo intentes. Te dijo.
27.4.08
Silencio.

25.4.08
Lo que vemos, lo que nos mira.

Pero el punto de inflexión está en aquel momento en que el hombre en su misma esencia es capaz de verlas. El ida y vuelta, la integridad, en el mundo, ser parte. Ahí es cuando se da cuenta de una realidad que, si bien es relativamente existente, le abre las puertas hacia la percepción, el saber mirar. La amplitud de esa mirada es, naturalmente, infinita. Las relaciones anteriormente dichas cobran otro significado, comienzan a ser en su propia esencia. Los ojos las ven. ¿Pero serán esos ojos los que le muestran el mundo al hombre, o el hombre el que le muestra el mundo a los ojos? ¿Son esas relaciones reales o serán un invento de la propia soledad? Aparece automáticamente la idea de aislamiento junto al planteo sobre la existencia. No sabemos si hay realidad, si estamos integrados al mundo a basamos nuestras acciones en hacer al mundo parte de nosotros.
Hay algo ahí afuera innegablemente presente. Tan presente que no podemos ver más allá de la presencia, y sin embargo esta nos ve tan detalladamente que ya casi no le servimos. Ahí es donde comienza el juego de conexiones y capacidad de percepción, porque tanto la mirada externa como la interna funcionan y cofuncionan constantemente, pero al mismo tiempo de manera aislada. Somos muy limitadamente capaces de saber en qué nos relacionamos con lo demás porque apenas tenemos la seguridad de nuestra relación con nosotros mismos. Y en nosotros mismos está la clave, y por eso es tan difícil.
23.4.08
Hacer falta.
La realidad es una y que no querramos verla, es otra cuestión. Hoy mientras leía Rayuela sentía que cada palabra escrita me llevaba a alguna situación de mi vida y no podía concentrarme en ese mundo tan fantástico y abstracto y a la misma vez real que es el que relata Cortázar ahí.
Y me vi llorando, porque lloro cuando alguien me dice, sea cual sea, una verdad. Lloro aunque no me duela, lloro porque quiero seguir soñando, quiero seguir viajando y volviendo por un rato. ¿Pero qué puedo hacer más que aceptar que estoy parada acá, y ese no es más que un libro hecho en alguna que otra fábrica, y esas no son más que palabras impresas, así infinitamente a través de las páginas, como lo que por ser mucho ya no importa en su individualidad?
Así me cuesta tal vez un poco asimilar esa ambigüedad que tienen los textos y las letras, esa otra cara que apenas puedo ver porque hay un mundo en el que por más que no quiera sigo viviendo y no digo viviendo, digo sobreviviendo.
Sobrevivir hasta quedar deshecha de tanto estar al borde de la locura, de la irrealidad. Porque no hay peor pecado que la irrealidad cuando hay tanto miedo y es todo tan trágico, y nada mejor que insultar y vivir enojado con la vida que es sólo mía y de nadie más.
Y por ser tan mía y por ser yo tan responsable de ella me hago aire entre los aires, entre las multitudes y las cosas fugaces, soy tan insignificante y me siento la nada, me siento un trozo del rompecabezas que apenas importa. Lo que sí importa es que todo cierre a la perfección y si me necesitan, bueno, acá estoy... Como haciendo falta pero por haber nacido, porque no queda otra que hacer falta.
Sino no hay objetivo, no hay decisión, no hay futuro... ¿Y qué me importa el futuro, esa cosa tan cerrada, tan idiota? No sé porqué pensar en algo más, siempre hay que pensar en algo más que no sea lo que estoy pensando... Aunque sea una estupidez, la inflación, los paros universitarios, el agua hirviendo... No quedarme ni un minuto quieta, no parar a pensar que es lo mismo estar o no estar, vivir o morir. Si total hago falta por hacer, porque hay que hacer algo.
Y me vi llorando, porque lloro cuando alguien me dice, sea cual sea, una verdad. Lloro aunque no me duela, lloro porque quiero seguir soñando, quiero seguir viajando y volviendo por un rato. ¿Pero qué puedo hacer más que aceptar que estoy parada acá, y ese no es más que un libro hecho en alguna que otra fábrica, y esas no son más que palabras impresas, así infinitamente a través de las páginas, como lo que por ser mucho ya no importa en su individualidad?
Así me cuesta tal vez un poco asimilar esa ambigüedad que tienen los textos y las letras, esa otra cara que apenas puedo ver porque hay un mundo en el que por más que no quiera sigo viviendo y no digo viviendo, digo sobreviviendo.
Sobrevivir hasta quedar deshecha de tanto estar al borde de la locura, de la irrealidad. Porque no hay peor pecado que la irrealidad cuando hay tanto miedo y es todo tan trágico, y nada mejor que insultar y vivir enojado con la vida que es sólo mía y de nadie más.
Y por ser tan mía y por ser yo tan responsable de ella me hago aire entre los aires, entre las multitudes y las cosas fugaces, soy tan insignificante y me siento la nada, me siento un trozo del rompecabezas que apenas importa. Lo que sí importa es que todo cierre a la perfección y si me necesitan, bueno, acá estoy... Como haciendo falta pero por haber nacido, porque no queda otra que hacer falta.
Sino no hay objetivo, no hay decisión, no hay futuro... ¿Y qué me importa el futuro, esa cosa tan cerrada, tan idiota? No sé porqué pensar en algo más, siempre hay que pensar en algo más que no sea lo que estoy pensando... Aunque sea una estupidez, la inflación, los paros universitarios, el agua hirviendo... No quedarme ni un minuto quieta, no parar a pensar que es lo mismo estar o no estar, vivir o morir. Si total hago falta por hacer, porque hay que hacer algo.
22.4.08
El padecimiento diario.
La ventana del aula es como una salida y al mismo tiempo el sabernos incapacitados de escapar, y el mundo nos encierra apenas pudiendo respirar, soportando cada momento pero padeciendo ese deseo que sabemos no se cumple. El deseo de llenarnos y de esa libertad, y es que no vale nada. El tiempo corre pesado, cansándose cada vez un poco más, rogando morir. Y ahí es cuando deseamos todos juntos y nos convertimos en la tristeza y la eterna espera, la espera de los besos, de los palabras que se pudren de tanta impaciencia y pierden la gracia. Ya no lloramos por ese reloj que no avanza ni ese respiro que falta, nos entregamos al padecimiento de saber nuestra impotencia, que no hace nada y tampoco nos ayuda en nuestra lucha contra la estúpida lentitud del tiempo, de los discursos monótonos y los murmullos. Que ahora gritan, y sollozan desesperados porque se clave esa aguja ahí, en un número iluso, dibujado apenas en ese mapa del engaño, puesto ahí porque debe estar, mientras decimo tras un alivio que ese timbre no fue tan bueno como esperábamos.
Circunstancia: Clase de física de ayer, me agarró un poco de inspiración mientras Sofi escribía nombres en la calculadora, o era simplemente el hecho de que prefiero cualquier cosa antes de hacer ejercicios de tal disciplina. Caput, hasta la vista. Se hace un poco más ameno el blog cuando escribo así, y hoy me puse a escribirle cartas a la gente que nunca les daré, pero me sirvió de descarga.
Ah! y cuando pueda voy a postear las cosas que tengo que hacer antes de morir, lo que odio que me pasen y las cosas imprescindibles en mi vida, como para distender un poco. Igual amo el blog, no sé. Gracias a los visitantes crónicos y a los pasajeros, o bueno, gracias por leerme aunque sea un poquito.
Buena suerte.
Circunstancia: Clase de física de ayer, me agarró un poco de inspiración mientras Sofi escribía nombres en la calculadora, o era simplemente el hecho de que prefiero cualquier cosa antes de hacer ejercicios de tal disciplina. Caput, hasta la vista. Se hace un poco más ameno el blog cuando escribo así, y hoy me puse a escribirle cartas a la gente que nunca les daré, pero me sirvió de descarga.
Ah! y cuando pueda voy a postear las cosas que tengo que hacer antes de morir, lo que odio que me pasen y las cosas imprescindibles en mi vida, como para distender un poco. Igual amo el blog, no sé. Gracias a los visitantes crónicos y a los pasajeros, o bueno, gracias por leerme aunque sea un poquito.
Buena suerte.
21.4.08
Ojos.

Como si estuviera esperando tan impaciente la llegada de algo que se que nunca vendrá, como si el tiempo fuera a traicionarme y yo esa impotente que con las manos atadas y los ojos vendados intenta percibir al mundo lo mejor que puede. ¿Y qué hago yo con todo lo que tengo alrededor? ¿Qué hago con lo efímero, lo que no quiero dejar ir? Y puede que deba quedarme aquí sentada, deseando y deseando tanto que al final, ya me voy a olvidar de todo y las cosas volverán a lo que fueron.
19.4.08
Nobles y plebeyos.
Y de repente me pongo a pensar en eso que piensan los viejos nostálgicos, los niños curiosos, los que aman sin amar, los que lloran por no reír, los que rien por no llorar...
Y ese pensamiento se transforma en esas cosas que por ser de todos dejan de ser mías, que se van con mi suspiro y vuelven sin que las llame. Esas cosas que apenas existen, porque de un momento al otro ya no pienso en nada y vuelvo a llenarme de realidad, vuelvo a vivir, como si fuera tan fácil volver, y es que todo vuelve. Y ahora soso vos, mañana será este otoño, o será el recuerdo que se irá haciendo y deshaciendo mientras aún lo recuerde, así como puede ser que te esfumes y no existas, o nunca lo hayas hecho. O me estés mintiendo y todo sea aire y pensamientos que me golpean inútilmente. La inutilidad que se convierte en mi salvación para dejar de pensar que no hay niños, ni viejos, ni llantos. No hay una mente, ni un vos. Sólo hay un yo y mis ojos que crean y destruyen todo cuanto se les cruza en el camino.
Y ese pensamiento se transforma en esas cosas que por ser de todos dejan de ser mías, que se van con mi suspiro y vuelven sin que las llame. Esas cosas que apenas existen, porque de un momento al otro ya no pienso en nada y vuelvo a llenarme de realidad, vuelvo a vivir, como si fuera tan fácil volver, y es que todo vuelve. Y ahora soso vos, mañana será este otoño, o será el recuerdo que se irá haciendo y deshaciendo mientras aún lo recuerde, así como puede ser que te esfumes y no existas, o nunca lo hayas hecho. O me estés mintiendo y todo sea aire y pensamientos que me golpean inútilmente. La inutilidad que se convierte en mi salvación para dejar de pensar que no hay niños, ni viejos, ni llantos. No hay una mente, ni un vos. Sólo hay un yo y mis ojos que crean y destruyen todo cuanto se les cruza en el camino.
17.4.08
Te quiero.

16.4.08
Mundo.
Y a quién viene a interesarle,
que yo esté así, a quién viene a importarle
esta milésima de mundo.
Quién llora por mí, cuántas cabezas se preguntan hoy
qué pasa.
Porqué así, y porqué no de otra forma.
Porqué me voy y estoy acá.
¿Quién soy?
A quién viene a interesarle.
que yo esté así, a quién viene a importarle
esta milésima de mundo.
Quién llora por mí, cuántas cabezas se preguntan hoy
qué pasa.
Porqué así, y porqué no de otra forma.
Porqué me voy y estoy acá.
¿Quién soy?
A quién viene a interesarle.
14.4.08
El informe.

Asismo, las conclusiones abarcarán rasgos particulares y que den la información concreta acerca del estado anormal de estos seres humanos, sus costumbres, sus creencias, sus amistades y todas las actividades que realicen que sean útiles a la hora de investigarlos.
No se deberá olvidar uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta durante esta investigación: todos, absolutamente todos los integrantes de estas sociedades están entregados a no responder a sus costumbres o a su esencia primitiva.
13.4.08
AAAAAAAAAAAAAAAAAAH.
No sé si llorar, si reirme, si olvidarme. No puedo reconocerme, reconocer al mundo. Y de repente me veo llorando, y pidiendo perdón, y preguntándome qué está pasando, porqué de un momento al otro pasó todo y yo no me enteré. Porqué fui así, quién soy, quiénes son. Dónde estoy. Cuánto me hubiera costado cambiar algo, mínimo, insignificante. Cómo un momento puede cambiar todo... ¿y qué voy a hacer yo? Esperar, gritar, insultar, lamentarme, alejarme. No sé. No entiendo nada, no sé nada, no tengo ganas de hacer nada más que de escribir y descargarme un poco.
Y claro, ganas de que todo esto se pase de una buena vez. Y no sé cuánto tiempo llevará.
Y claro, ganas de que todo esto se pase de una buena vez. Y no sé cuánto tiempo llevará.
11.4.08
Tiempo.
Y hoy no voy a inspirarme demasiado por el simple hecho de la acción en sí misma, y sin embargo tengo la extraña obligación de postear acá, como para descargarme un poco, apenas.
9.4.08
Fragmentos.
Y ahí es donde te beso en
el intento frustrado de hacerte mío,
y ahí es donde te salvo,
donde te ahogas,
donde perdés el sentido
ahí es
donde te encuentro.
________________
Sueño a tus espaldas,
creyéndote olvidado
y aún
me siento tuya.
Y tras cada anochecer,
siento el frío, siento algo,
y no sé si está bien,
no sé si estoy muriendo
pero me siento tuya.
________________
Y no voy a mentir
ni voy a hablar
porque este es solo
el principio del fin
y es un fin
que nunca termina.
el intento frustrado de hacerte mío,
y ahí es donde te salvo,
donde te ahogas,
donde perdés el sentido
ahí es
donde te encuentro.
________________
Sueño a tus espaldas,
creyéndote olvidado
y aún
me siento tuya.
Y tras cada anochecer,
siento el frío, siento algo,
y no sé si está bien,
no sé si estoy muriendo
pero me siento tuya.
________________
Y no voy a mentir
ni voy a hablar
porque este es solo
el principio del fin
y es un fin
que nunca termina.
6.4.08
Night rythmes.

5.4.08
Volar.

4.4.08
¿Y esto?

Qué inútil esto de pensar y decir y hacer y mirarte y volver a pensar y no sentir más y en ese el pensamiento es donde muere todo, donde perdés el sentido.
Y por eso no me quiero despertar más de esto que puede llamarse sueño, estupidez, ilusión, o simplemente, vos. Porque tal vez no sea más, ni menos, ni esas palabras que dice la gente y que ya están gastadas por faltar otras, no quiero eso. No quiero entregarme a la vida de querer o no querer, de amar o no amar, de besarte u odiarte. De pisar el suelo y realmente aplastarte en ese mismo instante.
1.4.08
Viejos tiempos.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)