Desde que tengo el blog, cada vez escribo menos. O al menos no con la espontaneidad con la que escribía antes. Obviamente existen los momentos en los que no puedo parar, y no puedo, y no puedo. Pero de alguna forma este espacio ejerce una presión sobre mí que no puedo controlar. Es decir, la idea que está grabada en el inconciente, que aparece cuando estoy en plena actividad, y que me dice que pronto eso va a estar ahí publicado y lo van a leer varias personas y tiene que gustar. Un poco escondidita está esa idea, siempre. Y aparece cada vez más seguido. No me gusta no poder controlarlo, es estúpido e inútil pensar en algo así.
Pero así como me es inevitable, en ciertos momentos, ponerme a escribir, también lo es pensar en eso. Y me maldigo y me siento limitada y me frustro, pero qué voy a hacer. Tenía que decirlo.
Aunque pocas personas lean el blog, aunque en realidad no signifique nada. Aunque internet realmente nos esté haciendo mierda. Y es tanto lo que nos está haciendo que notarlo en una actividad que me hace tanto bien como esta, me hace sentir una esclava de ella. Y en realidad, todos lo somos.
"cada uno en su lengua puede exponer recuerdos, inventar cuentos, emitir opiniones; a veces incluso adquiere un estilo hermoso, que le proporciona los medios adecuados y le convierte en un escritor valorado. pero cuando se trata de urgar por debajo de los cuentos, de hacer mella en las opiniones y de alcanzar las regiones sin memorias, cuando hay que destruir el yo, no basta con ser un "gran escritor", y los medios deben resultar siempre inadecuados, el estilo devenir en no estilo, la lengua libera una extranjera desconocida, para que uno alcance los límites del lenguaje y devenga otra cosa que escritor" Gilles Deleuze
No hay comentarios:
Publicar un comentario