A veces no funcionamos. Ayer encontré un cassette por ahí con una grabación en la que un hombre X hablaba sobre el pensamiento dogmático y el pensamiento crítico. De la violencia. Citó a Fernando Pessoa, que era un loco portugués que en sus escritos creaba en sí mismo muchos autores, cada uno con una característica distinta. En el caso de este fragmento, dos de esos autores mantienen un breve diálogo que ejemplifica claramente la diferencia y la relación entre estos dos pensamientos.
- Caeiro, usted diría que una cosa puede tener un límite pero después de esa cosa puede decir que se extienden las cosas de modo infinito porque hay infinitas cosas.
- No, no le entiendo... ¿Cómo que hay infinitas cosas?
- Claro, lo real es, digámoslo así, un escenario incesantemente multiplicado donde lo infinito prepondera sobre lo infinito. Todo es interminable.
- No... no le entiendo bien.
- Mire - contesta ya un tanto nervioso - supóngase usted los números: después del 23 viene el 24 y el 25, el 26, el 27, el 28 y así hasta el infinito.
- Pero dígame, Campos... ¿qué es el 24?
"cada uno en su lengua puede exponer recuerdos, inventar cuentos, emitir opiniones; a veces incluso adquiere un estilo hermoso, que le proporciona los medios adecuados y le convierte en un escritor valorado. pero cuando se trata de urgar por debajo de los cuentos, de hacer mella en las opiniones y de alcanzar las regiones sin memorias, cuando hay que destruir el yo, no basta con ser un "gran escritor", y los medios deben resultar siempre inadecuados, el estilo devenir en no estilo, la lengua libera una extranjera desconocida, para que uno alcance los límites del lenguaje y devenga otra cosa que escritor" Gilles Deleuze
1 comentario:
Pessoa, uno de los poetas más interesantes de los últimos cien años, es bastante más que un loco portugués que se inventaba a otros autores.
Perdón, tenía que hacer la defensa.
Saludos
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