27.1.09

Pero no eras vos.

Abrí la puerta y no eras vos
y no me besó tu boca,
abrí la puerta y cerré,
cerré muy fuerte
los ojos,
porque no eras,
y sentí en la piel
que no,
que no para siempre,
que no para nunca,
siguió andando el mundo
pero ya no eras vos
el que tocaba mi puerta,
ni el que besaba mi boca,
no eras vos y eso ya bastaba
para no bastarme.
Ya no funcionaba voltear la llave
como en un sueño
o en un engaño,
ya no porque aunque la volteara,
y aunque estuviera mojada,
no estarías vos ahí,
del otro lado,
más allá del límite
que traza el tiempo.

17.1.09

Hora de pretender.

Quisiera que la vida se olvidara un poco de mí, poder estar un poco sola y saber también que está todo lo demás. O reencontrarme con lo viejo de la forma más cruda para así saber cuán presente estoy, y perderme en la verdadera incertidumbre del futuro. Quisiera también no creer en nada que sea realmente cierto, no saber que existen los finales e inventar una mentira tan grandiosa que hasta las verdades se la crean. Perderme con la seguridad de que no será difícil volver a donde pertenezco, y a la vez no pertenecer a nada. Besarte lento, que no exista el tiempo cuando a mí se me ocurra, que las cosas pudieran cambiar sólo cuando fuera necesario, y saber decirte sin gastar palabras las cosas que me pasan. Quisiera al menos por un instante, y más ahora que la madrugada es más profunda, inventar entre mis manos un mundo perfecto, hacer que lo tangible se vuelva más certero, romper las cadenas que me atan a los sueños. Ser libre para decidir esclavizarme a lo que siento, encontrar siempre el equilibrio justo para no perder la calma. Aprender cuándo ser conciente y cuándo olvidarme por completo de que existo. No desesperarme nunca porque me falte tu abrazo, ni arruinar lo que hoy construímos.

15.1.09

Otra cosa.

No hubiera preferido tener otra cosa,
otras cosas,
tener habilidades extremas,
ni talentos extraordinarios, no porque eso es
como perder tiempo
en lo imposible.
Hubiera preferido, si alguien me hubiera dado
a elegir,
ser algo parecido a mí,
tal vez con menos defectos,
pero no con otros,
hubiera querido ser yo,
pero aún más yo
de lo que hoy soy.

Y si algún día
y porque sí,
tuviera que cambiar,
mejorarme,
terminarme,
renacerme,
si a alguien se le ocurriera
darme algo mejor
de lo que tengo,
con qué orgullo asqueroso diría
que no.
Un no soberbio
y horrible,
odioso,
como suelen ser los no.

9.1.09

Una noche.

A ella le pasa que no sabe qué decir
y cuando dice
aún más calla,
y cuando llora
más habla.
Porque tiene en la memoria
todas las delicias del alma,
juega rabiosa,
mata.
Ella en el fondo sabe
que cuando esa noche
le salgan alas
y tras la ventana
nunca sea el alba,
ya tendrá mucho para
decir,
pero deberá callar
porque el vuelo
le quitará palabras.

2.1.09

Pequeño mundo.

Se llenó la cara de flores celestes hasta que una se le metió en la boca, y así florecieron en ella las flores más hermosas del mundo. Por entre los dientes salían los tallitos dulces, y el paladar era su tierra más perfecta porque tantas plantitas habían salido que no le daban lugar a respirar. Y no le importaba a ella, la que se había llenado de flores con una frescura y una belleza tan natural que hasta aquellas flores celestes, venidas de los jardines más primaverales, habían creído con hermosa inocencia, que en su boca pura y solitaria estaba su universo.