24.7.11

tratado al lector abatido

¿ya te cansaste de leer mis inmundas palabras, pululando siempre alrededor de las mismas inútiles frustraciones? ¿te pudriste del picor en la espalda después del certero hachazo de una pronunciación?



¡no llores!
abandoná esta sala de tortura, la mustia cerrazón del entendimiento, para inmuiscuirte en la banal bitácora de la felicidad: las luces se cernirán a tu alrededor para estamparte las más bellas flores en el cuerpo, a fin de que el mundo te vea con devoción, y dejen que te comas sus entrañas en platos de oro, mientras lloran sus familias con lágrimas que beberás para nunca deshidratarte





¿llegaste a un texto denso, que te pesa, acaso, tras cada palabra, cuya longitud has controlado minuciosamente, mientras mirás el reloj a cada instante, pendiente de los asuntos externos que te persiguen como hienas malheridas y hambrientas, que esperan que las atiendas con la piel desnuda, para satisfacer sus incontrolables deseos de devorarte? ¿olvidaste cómo se goza de la sutil comprensión, para creer sólo en el latir pausado de una música aturdida?




¡maldice!
a vos, y a todos los que se han perdido antes entre mis palabras ebrias, cansados hasta el abatimiento de un reflujo sin vuelta de tuerca, sin retensión ni explicación, sin enmarcación correcta en la realidad y en sus singularidades, malvengo a proponer que entierren en mí sus manos, en las palabras que me idiotizan e introducen en un trance sin aviso ni retorno, para nadar juntos en el sinfin de las nimiedades, en el sector más clandestino de los huesos, y sonsacar sin esfuerzo la sangre de las heridas que se ocultan, y las muertas flores que disimulan aquellas que ya se les han estampado tan sólidamente en todo el cuerpo



¡morite!
y si tras las forzadas huidas hacia mundos lujosos, donde brillan tus joyas bajo luces de velas, leves gotas de sangre te brotaron de los ojos, y una hormiga surgió de entre tus dedos antes de mirarte fijamente, sólo es necesario, por último, comprender el trance previo a la falta de existencia, para saber extirparle los gajos en la medida justa. sentí el aire condensado en los pulmones, nunca exteriorizado, para que los labios se te tornen morados y un leve picor te sobrevenga en el cuerpo. las palabras serán la salida más divina hacia todos los cielos: un suave lecho de rosas donde dormir plácidamente, mientras el aire va corriendo en dosis proporcionadas por entre tus narices abiertas, exento de la idea de la muerte, dentro de las tentaciones empalagosas de los engaños - comprenderás entonces el placer de devorarlos, y serán ahora tu vicio eterno

14.7.11

minuciosa conservación del cuerpo

Dejaste tu cuerpo en un desierto matorral, fuera de algunos caprichos altaneros, dentro del sopor inmenso de las lluvias. Prefiero mil veces el rodar de las aves: basta un leve aleteo de sus preciosas plumas, contorneándose al compás del viento en contra, para apreciar las mayores virtudes del planeta. La libertad, la belleza, el placer, una condensación fantástica del feliz sentido de la existencia, aunque disipado en leves segundos




Todo tu cuerpo en vos mismo. Si te cayera una leve pluma desde la cabeza, y se contorneara en el aire antes de quedar en el suelo, para permanecer allí hasta que otro pájaro distraído la adviritiera y se la llevara con la esperanza de revivir a su dueño, pobre dueño, cuya vida sólo ha dejado un signo incierto, que en verdad no indica nada: ha muerto, o sólo se encuentra débilmente vivo; si contaras al tiempo con tu zapateo simétrico, en violenta sentencia hacia los mortales, caería sin vacilar a buscarte, montada en un gran caballo rojo, que fuera matando a cada paso a miles de aves desplumadas, y dejara cartas en el idioma que resulta de la confusión mental, para que las lean extraños forasteros que pasaran por allí porque se han equivocado de dirección




La extensión de tu cuerpo es un recuerdo disminuido por mi mente, que lo ha conservado con descuido, dejando entrar leves briznas de viento frío, y matándolo de hambre por inviernos enteros. El excedente es, entonces, una mentira sutilmente disfrazada, para creerte aún vivo entre mis brazos, entre cada construcción conjunta que ha quedado, empolvándose, en todas las esquinas del planeta - en todas las esquinas que he pisado - y mutarte en las formas más semejantes y extasiadas: todos los hombres y sus sexos, todas las voces y sus timbres disonantes, todos los gritos descontrolados, resultados de la pérdida de eje, un aniquilamiento del superyo manifestado en expresiones sobrias y extraídas plenamente de su sentido - el que permanece en el vocero como una tortura de pájaro carpintero -




Construí tu cuerpo en bancos de arena. Crearte con mis propias herramientas, te ha convertido en mío por entero. Vacío de ideas, despojado de caprichos, rechazos e insinuaciones, parecés un bello cuadro pintado sobre la pared, que no morirá aunque la derriben: los restos de pintura me mancharán el rostro, y entre mis venas correrá tu andar errante, tu casi pleno desvarío, el gesto imperceptible de tu boca al llorar en un cuarto azul, y un motín de festejos sin motivo, bañados de alcohol caliente y mujeres zarandéandose en pleno estupor callejero

3.7.11

descripción casi exhaustiva

una parte de usted estudia conceptos inútiles - retención en la memoria, pronta eliminación, suspensión del sentido, aprobación externa, supuesto avance social


otra fuma, bebe y come en exceso - intoxicación de lo genuinamente puro, extermino de la relación salud/bien moral, purga de ansiedades e inminentes depresiones


otra obedece al general mandato producción/resultado (poco en usted, mucho en el otro) - automatización semejante a la primera pero de acciones inmediatas esta vez, satisfacción ilusoria, casi mentira, ya mentira, la descree, fracaso, igual subordinación


la última contacta con semejantes - charlas, miradas, saludos, roce, sexo, baile, alucinación conjunta, risa, silencio / un puente hacia el otro usted


usted que no fue aún nombrado, el usted que nombran los otros, débil, maleable, usted es feo, lindo, vistió mal aquella tarde, habla pausado y a baja frecuencia, es poco interesante en general, no es para los otros, se relaciona para no hablar solo - la propia voz espanta, es catártica y distorsionadora, entre usted y la voz un abismo -



fuera de usted el drama de la existencia, un pensar intrínseco entre todos los demás cuerpos ajenos, su cuerpo, su usted que bebe, que estudia, que produce, creciendo inexplicablemente, resultado de la división: usted y el mundo, rodajas de realidad indivisibles, bésese, amáblese, destrúyase