21.1.11

antes del final

no te arrebates, aún queda otro cigarrillo: sé que no es suficiente y que detrás hay más que otras cenizas. se me pudre el cuerpo aunque me veas sonriendo. no te escapes porque puedo ver tus pasos desde la punta de mi cama. si me dejás no alzo los brazos, ni siquiera puedo verte. todo es nube inmensa, un abismo idiota y se me cae el cigarrillo, y hago un incendio y se encienden enseguida las cartas que me escribiste. ¿por qué, si no voy a leerlas? ¿en qué parte de la ciudad estaremos? ¿estarás llorando al volver a casa? no te extraño. me he olvidado de tu cara. en el cielo que imagino se dibuja una nube intensa y negra que trae, húmeda y maléfica, todas las lluvias que le quedan al mundo. al menos al mío, que ya se termina.

otra ceniza cae sobre mi madera quebrada. debería cambiar los pisos, las sábanas y el reloj que chilla cada tanto porque se para: debería cambiar todo, hasta mi cuerpo. volver a nacer, pero ya es tarde, he tenido tiempo y lo he gastado enamorándome, y ahora ni siquiera puedo verte.

la primer gota invita a las otras a inundarme el patio: yo pienso que aquí todo tiene algo que te pertenece. también las plantas que se alimentan del agua, tanto como las que ya se han muerto. quiero fumar porque el aire puro no tiene gracia: intoxicarme es una manera de sentir que existo. para vos también, que seguramente llegaste y me estás llamando, altanera, para saber si sigo vivo.

no, te respondo antes del segundo tono. me he muerto hace tiempo.

1 comentario:

Carolina Bugnone dijo...

qué decir y que no esté de más? bellísimo