16.2.11

sueño con serpientes

las serpientes están brotando de mi boca. pero no pueden, me las tengo que tragar todas mientras me miro al espejo y cuento uno a uno mis defectos. recuerdo que alguna vez no tuve nada: ni una mueca tonta, cómo pude. cómo sabía el café amargo cuando era perfecta, de qué manera el tiempo aplasta las cicatrices. de qué manera las aplastará.

las serpientes tienen gusto a veneno con edulcorante. y me hacen llorar de lo ricas, del ardor en los labios. mi sangre parece brotar naturalmente, como gotea el agua cuando escampa en las paredes de afuera. siempre de afuera. donde están mis serpientes ahora, porque se me escaparon y no puedo tragarlas. creo que una se me parece, pero no me acuerdo de mi cara. estoy llorando profundamente, pienso en un muerto pálido, en un pantano, en las horas del reloj de atrás. las serpientes me están rodeando los pies, para que no me caiga nunca. para que tampoco me mueva. y cierro los ojos con fuerza. ahora otra aparece, y descubro: salen del vidrio de mi espejo, yo las tengo todo el tiempo. hasta que pueda moverme y llegar afuera antes de que sea de noche. ya estoy atada a los azulejos. las serpientes nunca se miran entre sí: siempre me buscan. estoy apretando los puños porque los tengo libres, preparando una piña que las lance fuera de mi vista. pero no tengo fuerza. quiero tanto entregarme a mi boca sucia, a su ardor repulsivo, que no me muevo. y recuerdo tanto el sol que me enceguece. las serpientes están sobre mis ojos, cubriéndome. ya no puedo salvarlo, estaré ciega para siempre, hasta que pueda tragarlas. ya no tengo saliva en el cuerpo, tengo aire pesado de verano. el aire pesado de las cuatro de la mañana.

nunca será otra hora para mi reloj de atrás.

6 comentarios:

un conejo dijo...

esto es genial.

Anónimo dijo...

Voy a seguir en línea con mi adjetivo fetiche de estos días: zarpado. Por otro lado te advierto que si además de poesía seguís incursionando en estos relatos con tanta categoría, me voy a ver forzado a matarte. (aunque aparecería una mayor...jeje). Buena suerte y más que suerte!

Morena dijo...

Sos capa, sabelo.
Y mientras leía esto me dieron ganas de que leas vos y escucharte leerlo, no vale.

Nicolás Pedretti dijo...

muy bueno todo, voy a seguir chusmeando.

Carolina Bugnone dijo...

por qué caraj no había leído esto? es de lo mejorsísimo que leí tuyo, no tengo más adjetivos...

g. dijo...

pienso qué decirte y no se me ocurre nada a la altura de las circunstancias. yo no sé qué hacés, pero seguí así, que es un placer enormisimo leerte.
abrazo.