4.8.13

vacaciones de invierno y una china en el malba

eso de traer café fue la prueba fehaciente



de que
cuando uno entra en la etapa de la superposición
cualquier cosa sobre cualquier cosa se convierte en su peso
y se nivelan todas
es fantástico
super físico
como estar cogiendo con uno y pensar que podría ser otro
y nunca dejar el asombro infantil y nuevo que nos sugiere
únicamente
la relatividad
hacerla arte con los dedos
dibujar un pito perfecto
que como todo
sacado de contexto
es mucho mejor

y si no funcionó tenía que ser
porque este y el otro lado del tiempo
que son el mismo lado, ya dijimos, pero esta vez porque conviene

son distintos
porque vos ya no tenés barba
porque yo fantaseo con tener sida o gonorrea
quería ser singular ahora
la encarnación más peligrosa del contagio


y si no era por la diferencia, vamos a decir que por la semejanza
crecimos juntos como ranitas que aprendieron a coordinar sus saltos en el estanque

igual ni juntos
ni crecimos
pero somos ranas con manchas negras en la cara
y si nos mirás de cerca
ni las plantas que habitamos parecen adorables







todo esto terminó, hay que contar la historia
café en taza, taza en mano, esa cosa de siempre
no huir de esa droga condensada en las fosas y los miembros
compulsión


ladraste
y me lo creí
sin miedo porque a esas alturas
del progreso condensado en microsegundos
el tuyo sí podía ser el pito perfecto
el tuyo y cualquier cosa

un superpoblado jardín de pitos multiplicados al infinito

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