21.4.08

Ojos.

Pareciera que las cosas nunca terminan de cerrar. Por ahí pase algo inesperado, se abra una puerta, se cierren otras. Cambien de un día para el otro las imágenes, los instantes, las visiones.


Como si estuviera esperando tan impaciente la llegada de algo que se que nunca vendrá, como si el tiempo fuera a traicionarme y yo esa impotente que con las manos atadas y los ojos vendados intenta percibir al mundo lo mejor que puede. ¿Y qué hago yo con todo lo que tengo alrededor? ¿Qué hago con lo efímero, lo que no quiero dejar ir? Y puede que deba quedarme aquí sentada, deseando y deseando tanto que al final, ya me voy a olvidar de todo y las cosas volverán a lo que fueron.

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