25.3.08

La impotencia.

Y qué intento puedo hacer,
qué otro intento puedo hacer,
más que ese intento de intentarte convencer,
que ese grito que apenas sale,
que esa palabra que apenas respira,
que tus lágrimas y las mías,
que el recuerdo y ese temor
a que todo cambie, que todo vuelva.
Ese temor a desearte,
a esperarte.
Ese temor de hacerme vulnerable a
tu respiración
a hacer de lo más doloroso
el recuerdo de tu voz.